En Krav360 no solo formamos alumnos, también formamos a las personas que quieren ser instructor de defensa personal. Y después de años viendo clases, vídeos, formaciones y trabajando con cientos de profesionales de diferentes partes del mundo, hay tres errores que se repiten una y otra vez en los profesores de defensa personal.
En el mundo de la defensa personal, no todo vale. Aunque cada vez hay más instructores ofreciendo clases, no todos logran que sus alumnos adquieran habilidades útiles, realistas y efectivas para situaciones reales. En Krav360, trabajamos cada día para elevar el nivel de la enseñanza, y parte de esa mejora empieza por reconocer lo que no se está haciendo bien.
¿Quieres enseñar bien? ¿Quieres ser un profesional de verdad, con resultados reales y alumnos que confíen en ti? Entonces presta atención a estos tres errores… y sobre todo a cómo puedes corregirlos.
Error 1: Enseñar de forma poco realista
Este es el error más común y, probablemente, el más grave. Muchos profesores enseñan defensa personal de forma coreografiada, mecánica y desconectada de la realidad. En sus clases, los movimientos parecen sacados de una película: un atacante lanza un puñetazo o una estocada y el defensor responde con una secuencia de ocho pasos perfectamente memorizados. Esto no es defensa personal, es teatro marcial.
Incluso en sistemas como el Krav Maga, que se supone que son rápidos, directos y realistas, es común ver técnicas demasiado complejas, con múltiples movimientos antes de neutralizar una amenaza. Esto anula por completo el principio de simplicidad y eficiencia que debería guiar a cualquier sistema de defensa personal.
La vida real no es un tatami ni un dojo. En la calle no tienes tiempo para pensar, para ejecutar una técnica como la ensayaste cien veces con tu compañero de siempre. Las situaciones reales son caóticas, inesperadas, violentas. Pueden incluir armas, agresores múltiples o contextos donde proteger a un tercero es más importante que defenderte a ti mismo. La defensa personal debe prepararte para eso. Si enseñas una técnica que no funcionaría en una situación de estrés, donde el corazón late a mil y los sentidos están desbordados, entonces no estás enseñando defensa personal.
Una buena enseñanza debe estar basada en escenarios reales: agresiones con cuchillo, peleas en el suelo, ataques múltiples, situaciones en espacios cerrados o con gente alrededor. Y, sobre todo, debe entrenarse bajo presión. Esto implica tomar decisiones rápidas, evaluar riesgos, moverse con fatiga y seguir resolviendo conflictos sin perder la compostura. Solo así se entrena la mente, no solo el cuerpo.
En nuestra escuela, tanto en el programa online como presencial, todas las técnicas se integran en un sistema lógico, simple y eficaz. No usamos pasos innecesarios. Todo se entrena con intención táctica, con toma de decisiones, con estímulos sensoriales. Enseñar realismo no es solo hacer sparring. Es crear contextos donde el alumno sienta lo que puede pasar fuera del tatami y aprenda a actuar con claridad y eficacia.
Error 2: Falta de metodología
El segundo error que veo constantemente es la ausencia de método en la enseñanza. Muchos instructores tienen conocimientos técnicos, incluso experiencia en combate o artes marciales, pero no saben cómo enseñar. No dominan la pedagogía, no estructuran bien sus clases y no tienen un plan claro para el progreso de sus alumnos.
En la defensa personal, no basta con saber hacer una técnica. Hay que saber cómo enseñarla, cuándo enseñarla, y cómo adaptarla a cada tipo de alumno. No todos aprenden igual, y no todos llegan con las mismas habilidades previas. Un buen instructor tiene que saber construir el aprendizaje paso a paso, respetando los tiempos del grupo y manteniendo siempre el foco en el objetivo: que el alumno sea capaz de defenderse de forma práctica.
La falta de estructura se nota enseguida. Clases que empiezan sin sentido, que improvisan sobre la marcha, que cambian el enfoque sin una lógica, que no explican por qué se hace lo que se hace. Esto genera frustración, desmotivación, estancamiento. Y lo peor: hace que el alumno no aprenda realmente.
En Krav360, hemos desarrollado un sistema pedagógico completo y probado. Nuestro programa está diseñado por módulos, con objetivos claros, y está respaldado por estándares de calidad reconocidos a nivel internacional. Enseñamos a nuestros futuros instructores cómo estructurar una clase, cómo gestionar un grupo, cómo actuar si vienen alumnos impares, si llega una clase de prueba, o si tienen que adaptar la sesión por lesiones, edades o niveles. La metodología es la clave del éxito.
Por eso, en nuestro curso de instructor, una parte central es el bloque de metodología didáctica. Más de 30 lecciones centradas exclusivamente en cómo enseñar de forma efectiva. Hablamos de planificación, de lenguaje corporal, de voz, de liderazgo, de corrección técnica, de los diferentes tipos de alumnos y de cómo adaptarse a cada uno. No es casualidad que nuestros instructores tengan tanto éxito: no improvisan, enseñan con método.
Error 3: No entrenar, no practicar, no actualizarse
El tercer error, tan común como los anteriores, es que muchos instructores no siguen entrenando. Se limitan a dar clases, repetir lo que saben y no continúan su propio camino como practicantes. Esto los estanca, tanto física como mentalmente.
La defensa personal evoluciona. Aparecen nuevas amenazas, se mejoran las estrategias, se perfeccionan los métodos. Un instructor que no se actualiza, que no entrena con otros, que no se expone a otros enfoques, acaba enseñando lo mismo que hace 10 años. Y eso, en este ámbito, es peligroso.
En Krav360 creemos que un instructor debe ser el primero en entrenar. Cuando un instructor entrena, también trabaja su sistema nervioso, su toma de decisiones, su capacidad de adaptación. No es lo mismo hacer una técnica como instructor que vivirla como alumno. Esa experiencia te da perspectiva, humildad y recursos que luego llevas al tatami. Si no entrenas, no mejoras. Y si no mejoras, tu enseñanza se estanca.
Por eso, en nuestra escuela fomentamos la formación continua. Todos los instructores tienen acceso a la comunidad interna, a clases mensuales, a correcciones, a feedback. Nunca dejas de aprender. Esa es la filosofía Krav360.
¿Y tú? ¿Estás cometiendo alguno de estos errores?
Si eres instructor o estás en proceso de serlo, ahora tienes la oportunidad de reflexionar. ¿Estás enseñando de forma realista? ¿Tienes una metodología clara y estructurada? ¿Sigues entrenando y aprendiendo?
En Krav360 formamos a personas que no solo saben defenderse, sino que saben enseñar a defenderse. Nuestra misión es profesionalizar la enseñanza de la defensa personal, elevar el estándar y formar a los mejores. Si tú también quieres formar parte de este movimiento, te esperamos.
- Formaciones presenciales, online y mixtas.
- Certificación nacional e internacional.
- Resultados reales.
- Método probado.
- Comunidad.
👉 ¿Quieres más información sobre el curso de instructor de defensa personal?
Visita nuestra web www.krav360.com o contáctanos.



Excelente como siempre